El medio acuático ofrece un entorno terapéutico único, ideal para reducir el impacto articular, mejorar la movilidad y acelerar la recuperación tras una lesión o cirugía.
Gracias a la flotación y la resistencia del agua, el paciente puede realizar ejercicios que en tierra serían dolorosos o difíciles de ejecutar, con mayor seguridad y control.
La rehabilitación acuática permite trabajar la fuerza, la estabilidad, la coordinación y el equilibrio, siendo especialmente útil en casos de lesiones deportivas, patologías neurológicas o procesos de rehabilitación postquirúrgica.
Además, el agua genera un efecto relajante y analgésico que facilita la recuperación funcional y reduce la tensión muscular, favoreciendo un movimiento más fluido y natural.